Cuidado con las actividades extraescolares

El destacado psicólogo J. Piaget dijo: «los niños y las niñas no juegan para aprender sino que aprenden porque juegan». Lejos de esta realidad, los niños se encuentran cada vez más atados a un ritmo de vida que les deja poco tiempo para jugar, tanto entre amigos como en familia. 

Hoy día es fácil olvidar que nuestros jóvenes, al igual que los adultos, padecen en muchos casos las consecuencias de sus eternas jornadas laborales. No tienen que ir a la oficina ni atender a la economía del hogar, pero también tienen sus responsabilidades. De hecho, si nos paramos a pensarlo, la diferencia entre unos y otros es básicamente cualitativa, ya que en definitiva se enfrentan a cargas de responsabilidad proporcionalmente similares a las de los adultos.

Por si fuera poco, las actividades extraescolares se han convertido desde hace unos años en algo que parece ya una necesidad, una tendencia muy lejana de la realidad pero que engloba al 90 % de los niños españoles. Bajo esta circunstancia cabría la posibilidad de preguntarse lo siguiente:

¿Qué papel deberían jugar los padres en la elección de las actividades extraescolares de los hijos?

Tània Gilabert Noll, psicóloga del CDIAP del Maresme, opina que «en el caso de que exista la necesidad de desarrollar actividades extraescolares, el papel de los padres debe ser ayudar y orientar». No existe una regla universal de aplicación, pero si se da el caso de que el niño no tiene preferencias claras, Tània considera que «deberían ser lúdicas y estar en relación con algo que despierte su curiosidad, que le guste, ya que en muchas ocasiones se eligen en función de las necesidades de los horarios laborales de los padres».

"El tiempo en familia es valioso y puede perderse en favor de actividades extraescolares"

En este sentido es incuestionable la urgencia de políticas de conciliación entre el mundo laboral y familiar en España. Como señala Tània Gilabert, «el tiempo en familia es muy valioso y necesario, y dependiendo de la edad del niño y de las horas que se inviertan en actividades extraescolares, ese tiempo se pierde», una circunstancia generalizada a la que por desgracia «todavía le queda mucho camino en nuestra sociedad».

Independientemente de que los niños desarrollen o no alguna actividad extraescolar no hay que olvidar la importancia que tiene el hecho de jugar en el desarrollo de los más jóvenes. «Jugar es imprescindible para un niño. A través del juego el niño descubre, experimenta, aprende y se relaciona», explica la psicóloga. En este sentido, «independientemente de los dilatados horarios laborales que obligan a las familias a depender de las actividades extraescolares», pongamos atención a la hora de recargar las agendas de nuestros hijos.

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- CDIAP