Inicio Salud y psicología No existe una fórmula para educar

No existe una fórmula para educar

Respeto, comunicación, paciencia y confianza suelen ayudar

Cuando somos padres primerizos, no tenemos ni idea de cuál es la mejor manera para educar a nuestro hijo, y tampoco la hay. La mejor será la que nos salga de dentro, transmitiendo todo lo que sentimos y poniendo todo nuestro esfuerzo para educar e implementar las lecciones de vida de la mejor manera posible.

Pero hay veces en las que nuestra pareja no está de acuerdo en la manera en la que educamos nosotros, y hay algo que empieza a no fluir. Este caso es uno de los más difíciles de saber llevar, pero si se supera es uno de los más completos para el crecimiento y aprendizaje de los más pequeños.

La primera regla, y la más importante, es no estancarse ni agobiarse por la situación. Hay que mirar hacia adelante, siendo conscientes de lo que nos jugamos y entendiendo que ambos somos inexpertos y que ninguno lo está haciendo mejor que el otro, sino diferente. Y tener siempre presente que los dos queremos lo mejor para nuestro pequeño sin hacerle ningún tipo de mal. Os dejamos con algunos consejos que pueden ser muy útiles para vuestro día a día y para la educación de los más peques:

Evitar las correcciones y las charlas demasiado estrictas con la pareja. Tanto delante como detrás de vuestro hijos, no os peleéis ni os reprochéis lo que no os gusta del otro. Recordad que ninguno de los dos tiene la razón, simplemente puntos de vista diferentes.

No tomar decisiones precipitadas sin antes consultarlas. Espérate, no te adelantes y háblalo con tu pareja primero. Si os pusisteis de acuerdo para estar y convivir juntos, seguro que podréis escucharos y llegar a acuerdos.

Olvidarse de la palabra perfección. No existe, y menos en la educación. Cada persona tiene su manera de ser y también de educar. Hay que transmitir lo mejor de nosotros, y eso será la perfección para los hijos.

Ponerse límites. Hay barreras que son infranqueables. Detectarlas y acordarlas entre los dos para que no se sobrepasen.

Y por último, pero no por eso menos importante, confiar en la pareja. Mientras no se llegue al maltrato físico o psicológico, hay muchas maneras de educar y nunca ninguna se ha reconocido como equívoca. No existen unas reglas básicas que hay que seguir para que nuestros hijos crezcan educados correctamente, simplemente existe la influencia, y ellos, al fin y al cabo, actuarán de la manera en la que nosotros les hayamos influenciado y actuarán en base a lo que vean dentro de casa.

Poned por encima de todo vuestro amor, que ahora compartís con un miembro más, y dejar atrás las diferencias y los enfados que no os harán llegar a ningún lado. Se educa con respeto, comunicación, confianza y paciencia, mucha paciencia.

¡Un hurra por todos esos padres que quieren lo mejor para sus hijos!

Sin Comentarios

Escribe un comentario

Tu correo electrónico no se publicará