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Por fin se abre la lista de lectura para bachillerato

Los centros educativos podrán escoger las obras a leer

El pasado mes de mayo el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya anunciaba que no habrá lecturas obligatorias para las PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad) en 2025, y recientemente ha emitido nuevas orientaciones para la lectura guiada obligatoria en bachillerato, con un enfoque más competencial en consonancia con la nueva ley de Educación (LOMLOE).

Así, a partir del próximo curso los alumnos deberán leer al menos dos obras completas en catalán y dos en castellano cada año, seleccionadas por los propios centros educativos de una lista orientativa de más de 100 obras proporcionada por Educació.

Un paso más hacia la libertad de cátedra: los centros educativos podrán escoger las lecturas de bachillerato

Esta nueva medida, que ha sido recibida con satisfacción por muchos docentes tras años de quejas y dudas, representa un cambio significativo en la metodología educativa. Anteriormente, cada promoción de bachillerato debía leer cuatro obras específicas de literatura catalana y castellana, que eran las mismas para todos los estudiantes del sistema. Ahora, cada centro educativo tendrá la libertad de elegir las lecturas que considere más adecuadas, siempre y cuando pertenezcan al patrimonio literario, definido como «aquellas obras y autores del pasado que representan un legado cultural, conforman la memoria colectiva y la tradición literaria, y son fundamentales para generaciones literarias posteriores».

De la Edad Media a la actualidad

En el primer curso de bachillerato se leerán y analizarán obras desde la Edad Media hasta el último cuarto del siglo XIX. En el segundo curso, el enfoque será en obras desde el último cuarto del siglo XIX hasta el siglo XXI. Además, los docentes pueden considerar el patrimonio literario del territorio más cercano, como autores locales, o relacionar las lecturas con el nombre del centro si es el de un autor/a.

El objetivo es proporcionar una visión más competencial de la lectura, que permita a los estudiantes relacionar diversas lecturas con distintos tópicos y temas literarios como el amor, la naturaleza o la ciudad, en lugar de centrarse en pruebas memorísticas.

La lista orientativa de obras incluye nombres significativos del patrimonio literario tanto en catalán como en castellano. Para literatura catalana, destacan autores como Ausiàs March, Jacint Verdaguer, Mercè Rodoreda y Salvador Espriu. En literatura castellana, figuran autores como Miguel de Cervantes, Gustavo Adolfo Bécquer, Federico García Lorca y Gabriel García Márquez.

Asimismo, se han incluido propuestas de autores y autoras y obras contemporáneas del siglo XXI. En poesía, destacan voces como Rosa Chacel, Elisabeth Mulder y María Dolores Arana, cuyas selecciones complementan las obras clásicas recomendadas. En prosa, la lista se enriquece con voces contemporáneas como la de Laura Esquivel, cuya novela Como agua para chocolate combina realismo mágico y crítica social, y títulos como Mi hermana Elba y Los altillos de Brumal de Cristina Fernández Cubas, que exploran lo fantástico y lo psicológico. Se suman también plumas emblemáticas como las de Ana María Matute o Eduardo Mendoza.

En catalán se incluyen obras contemporáneas de gran relevancia como la de Jesús Moncada con El cafè de la granota, una novela que captura la esencia de la vida en un pequeño pueblo, y Josep M. Benet i Jornet con Revolta de bruixes, un drama que aborda temas de poder y resistencia. Estas adiciones buscan acercar a los estudiantes a las voces y los problemas contemporáneos, fomentando una comprensión crítica y reflexiva del presente mediante la literatura.

Las PAU de 2025 evaluarán la competencia lectora del alumnado con fragmentos sorpresa de obras clásicas

Ahora que ya no hay unas obras específicas de obligada lectura para todo el alumnado, la evaluación literaria en las PAU se realizará mediante preguntas sobre temas, géneros y recursos literarios, basadas en fragmentos de obras clásicas que no tienen por qué corresponder con las lecturas trabajadas en bachillerato. El análisis de estos fragmentos permitirá evaluar el juicio crítico y la comprensión lectora de los estudiantes.

Eso sí, los estudiantes que elijan la literatura como materia optativa seguirán teniendo una lista específica de lecturas obligatorias. Esta nueva medida afectará principalmente a los alumnos que el próximo curso inician su último año de bachillerato.

Fuente: Departament d’Educació

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