Inicio Salud y psicología Anorexia y bulimia

Anorexia y bulimia

Dos trastornos alimenticios distintos pero cercanos

Google Trends, la empresa que contabiliza las búsquedas realizadas en este buscador, informó que una de las principales búsquedas realizadas por los jóvenes durante el año 2017 fue «Cómo adelgazar a lo bestia».

La sociedad actual es principalmente visual, eso implica que existe una fuerte presión en pro de modelos de belleza digitales muy alejados de la realidad física y saludable. Los dos trastornos más frecuentes son la anorexia y la bulimia. Ambos trastornos pueden llegar a confundirse pero presentan aspectos determinantes que los diferencian.

Edad de inicio: adolescencia o juventud

Anorexia: el rango de edad más común es el comprendido entre los 14  y los 18 años, pero se conocen casos que se inician en la preadolescencia. En el momento en que los jóvenes son conscientes de los cambios de su cuerpo, cuando se comparan con los demás, es fundamental permanecer atentos a los modelos de belleza que se perciben en la sociedad porque son su baremo, su unidad de medida de sí mismos.

Bulimia: se da en la juventud, entre los 18 y los 25 años, cuando existen presiones sociales externas que causan estrés y ansiedad como independizarse, afrontar unos estudios exigentes, relaciones afectivas…

Síntomas: inanición o atracón

Anorexia: consiste en la restricción voluntaria de la ingestión de alimentos que conlleva una pérdida de peso importante llegando al infrapeso, la mínima categoría del peso de un cuerpo humano. El infrapeso implica un alto riesgo de muerte.

Bulimia: se basa en darse grandes y continuos atracones de comida, lo que conlleva la ingestión de muchas calorías. Mientras se realiza el atracón se pierde el control y después aparece la sensación de culpa o malestar y se realizan purgas mediante vómitos forzados o laxantes.

Pesos: del infrapeso al sobrepeso

Anorexia: la falta de alimentación correcta durante largos periodos de tiempo produce una pérdida de peso continua y peligrosa que llega hasta un índice de masa corporal (IMC) por debajo del 17 %, cuando se considera normal a partir de 20 %. Esto causa muchas alteraciones físicas como la desaparición de la menstruación, la sensación constante de frío, la coloración y el aspecto de la piel amarillento o descamado por deshidratación, caída del cabello, pudiendo llegar a la osteoporosis o fragilidad ósea.

Bulimia: este trastorno produce cambios de peso aunque lo habitual es que las personas que sufren bulimia tengan un peso dentro de lo considerado médicamente normal. No obstante, cambian de peso con relativa frecuencia: en las épocas que realizan atracones de comida aumentan y luego pierden peso por medio de rutinas excesivas de deporte, del abuso de diuréticos y laxantes o bien practicando ayuno sin control.

Personalidad: obsesiva o impulsiva

Anorexia: la personalidad más frecuente en los casos de anorexia es la controladora, autoexigente, perfeccionista. Socialmente la persona suele ser introvertida e insegura a pesar de que no sea vista así por su entorno. Psicológicamente se las denomina personalidades obsesivo-compulsivas.

Bulimia: las personas que sufren bulimias suelen ser más impulsivas, emocionales, inestables y con tendencia a la depresión. Pueden presentar patrones de comportamiento como la teatralización, el victimismo y la susceptibilidad.

¿Por qué se confunden la anorexia y la bulimia?

Pueden parecer trastornos muy distintos pero resulta muy fácil confundirlos porque tienen patrones de conducta cercanos o que se solapan en el tiempo. Es decir, una persona anoréxica también abusa de los vómitos, los laxantes, el deporte en exceso o al revés, una bulímica recurre a la inanición o al ayuno descontrolado para la pérdida rápida de peso.

Hay que permanecer atentos a los cambios de ropa o de aspecto físico e intentar realizar las comidas en espacios comunes donde se pueda comprobar lo que ingieren los jóvenes y qué relación desarrollan con la comida. Si se tiene la más mínima duda sobre un posible trastorno alimenticio hay que consultarlo con el médico lo antes posible. Si el joven quiere cambiar de alimentación por ideología o por su entorno social no conviene negarle el soporte sino acompañarlo en su decisión para que no caiga en hábitos insanos y peligrosos.

Más información: 

Associació Catalana contra la Anorèxia i la Bulímia

Trastornos Alimenticios ORG

FAROS,  portal sobre consejos de salud infantil del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona

 

Sin Comentarios

Escribe un comentario

Tu correo electrónico no se publicará