Familias monoparentales, más identificación pero igual desprotección

Experiencias reales para comprender la gran dificultad que supone ser progenitor monoparental

Ángeles Gallardo • 12 12, 2022 • 1242 • 0

El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 presentó, la semana pasada, el borrador de la Ley de Familias, y aspira a que sea aprobada durante 2023. Este primer borrador ha generado bastante revuelo, principalmente dentro del propio Gobierno, porque anuncia dotaciones económicas que trastocan los presupuestos del Estado y por solicitar cinco días de permiso al año para el cuidado de hijos, padres y convivientes. Ha sido el propio PSOE quien ha detenido la tramitación de la propuesta de ley; el borrador de la Ley de Familias se convierte, así, en un catálogo de definiciones de tipos de familias, lo que puede llevar a una desnaturalización de la esencia y el significado de ser familia, obviando por completo las necesidades reales de la crianza monoparental.

Qué nos dicen los números. Visión estadística de tipos de familias en Catalunya

Según datos estadísticos del segundo trimestre del año 2022 del Departament de Drets Socials de la Generalitat de Catalunya, existen un total de 145 984 familias en Catalunya, de las que 18 084 son monoparentales (2984 con un progenitor hombre, 15 100 con una progenitora mujer). Cada vez son más habituales las familias monoparentales por elección, hombres o mujeres que deciden libremente ser padres o madres sin pareja. No obstante, el mayor número de familias monoparentales se forma como consecuencia de abandono de uno de los progenitores y por violencia de género. La realidad no queda reflejada en las estadísticas porque hay muchas familias monoparentales que no están identificadas como tal porque, hasta ahora, resultaba complicado obtener la acreditación y la contraprestación económica era irrelevante.

Experiencias reales. La crianza monoparental es difícil y tiene necesidades propias

Entrevistamos a Bárbara Moreno, tesorera de la Federación y Asociación Catalana de Familias Monoparentales, para entender el concepto en profundidad, y nos explica que la familia monoparental es aquella familia en la que un solo progenitor, hombre o mujer, hace frente a todos los cuidados, gastos y atenciones que requiere su hijo o hijos, biológicos y/o adoptados.

Jesús Manuel Fedrán Hernández, padre monoparental y miembro de la Asociación Catalana de Familias Monoparentales, comparte con nosotros su experiencia de crianza monoparental de su hijo y todas las dificultades a las que ha tenido que hacer frente.

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Vídeo INÈDIT AGENCIA en Federación/Asociación Catalana de Familias Monoparentales

Los principales problemas a los que se enfrentan las familias monoparentales, indistintamente de su tipología y origen, son el problema laboral (la conciliación familiar es mucho más compleja que en los hogares en los que hay dos progenitores), los problemas de vivienda y el soporte escolar.

Los hijos de familias monoparentales requieren atención psicoeducativa, becas para continuar su formación y orientación terapéutica recomendada para superar el abandono o la falta del otro progenitor, aspectos que no están contemplados en el borrador de la futura Ley de Familias.

Principales ventajas propuestas en la futura Ley de Familias

La principal propuesta del Gobierno es el reconocimiento de la familia monoparental con dos hijos como familia numerosa. Este tipo de organización familiar (un progenitor y dos hijos) es la más frecuente en todo el país (42 595 familias con dos hijos en Catalunya, Gencat 2022). Independientemente del origen de esta estructura, podrán solicitar la ayuda los progenitores separados y/o divorciados sin pensión alimenticia, o por fallecimiento de uno de los progenitores. Hasta la fecha, se entendía por familia numerosa aquella compuesta por dos progenitores y más de dos hijos. Otra gran mejora de la propuesta es la atención temprana a los niños para detectar dificultades de aprendizaje y otras necesidades educativas especiales, así como una subvención durante la etapa escolar para atender tales dificultades, por ejemplo, dislexias, TDAH, entre muchas otras.

Ampliación conceptual: en la propuesta de Ley de Familias se reconoce y amplía el concepto de familia en general, por ejemplo, los progenitores que se juntan con hijos de relaciones anteriores y comparten hogar. Algo que la sociedad ya tenía asimilado hace tiempo, pero que no estaba administrativamente reconocido y, por lo tanto, tampoco permitía solicitar ayudas o subvenciones.

La concesión de cinco días remunerados para el cuidado de hijos y/o familiares convivientes está siendo mencionado como el principal beneficio de esta propuesta legislativa, aunque inicialmente fueron siete días, pero tenemos que esperar para saber cuántos días pasarán al texto definitivo de la futura ley. La aplicación final dependerá de las competencias de cada comunidad autónoma en el ámbito de derechos sociales.

El concepto de familia y la acción de guarda, custodia y protección de un menor no debería condicionarse al origen o a la nacionalidad de los progenitores

Críticas a la nueva propuesta de Ley de Familias

Como ya hemos apuntado, la propuesta se focaliza más en categorizar, etiquetar e identificar posibles formas de organización familiar que en desarrollar ayudas directas y eficaces para la crianza de los hijos, lo que continúa dejando en profunda desventaja comparativa a las estructuras monoparentales respecto a las familias numerosas. No se entiende el empeño en etiquetar familias de origen inmigrante o de retorno a España. El concepto de familia y la acción de guarda, custodia y protección de un menor no debería condicionarse al origen o a la nacionalidad de los progenitores, excepto que la medida vaya dirigida al control de la ciudadanía más que a la protección del menor.

En ella hay un intento honesto de reflexión sobre una posible prestación universal por crianza, aunque lo triste es que no se proponga incrementar la parte del PIB dedicada a la protección de la infancia (actualmente el 1,3 % según datos de 2019, lo que está por debajo de la media de los países de la Unión Europea, que es un 2,3 %), lo que sería una propuesta real y pragmática y no un ejercicio de buenas intenciones.