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¿Los padres son los clientes de los maestros?

La relación entre familias y docentes es vital para el alumno

¡Qué lejos quedan aquellos años en los que el profesor era una figura con autoridad reconocida por la sociedad… casi como un alcalde o un comisario de policía! En aquellos tiempos la comunicación entre el profesor y las familias era inexistente y cuando existía era unidireccional: el profesor hablaba y nadie le replicaba.

Hoy, en una sociedad tecnológica en la que las jerarquías no se sostienen y la democratización del conocimiento ha conseguido que algunos alumnos tengan capacidades superiores a las de su profesor, resulta necesario redefinir la relación familia-maestro.

Las reuniones de tutorías con las familias son un elemento clave en el éxito académico del alumno

 En la educación actual hay que renombrar algunos de los agentes que participan como clientes y usuarios. Como una aplicación en un dispositivo móvil, así es la educación del siglo XXI, debe crear usuarios (alumnos) felices y clientes (padres) informados. Para ello se necesitan las mismas herramientas que en las empresas del entorno digital: estrategia de marca, desarrollo de filosofía de centro y estilo directivo entre los docentes.

Las reuniones de tutorías con las familias son un elemento clave en el éxito académico del alumno. Por esta razón los docentes deben prepararlas con esmero. Recomendamos cuatro pasos clave para conseguir reuniones eficaces con las familias:

1. Preparar la entrevista. Tener información detallada del comportamiento del alumno en cuestión así como de sus resultados, sus trabajos en clase, su asistencia… No improvisar y evitar comentar aspectos de los que no se dispone de información suficiente.

2. El tiempo  de duración de una entrevista no debe superar los 10 minutos. Tanto si la información sobre el alumno es buena como si es mala hay que ser sinceros, escuetos y directos. No divagar o recurrir a temas personales de los que puede costar salir y que generan una gran pérdida de tiempo.

3. Llevar el control de la entrevista. El docente debe saber cuándo empieza y cuándo decide dar por finalizada la reunión. Los padres no pueden decidir por el profesor ni llevar las riendas de la información. Hay que mantener al alumno como protagonista de la conversación en todo momento, incluso cuando no está presente.

4. El final de la entrevista debe ser abierto y amistoso. Hay que determinar una forma de trabajo y marcar unos tiempos de ejecución de los objetivos descritos en una atmosfera cordial y amigable. Hay que motivar a las familias para que transmitan confianza a sus hijos y se conviertan en un aliado y no en un enemigo del profesor; esto no implica darles la razón si no la tienen, sino hacerles participar de lo que vive su hijo en la escuela.

Ser profesor hoy en día exige nuevas capacidades

En la actualidad los docentes requieren capacidades directivas como liderazgo de grupo y ser un buen relaciones públicas motivador de los padres tanto como de los alumnos. Sin esas cualidades peligra el éxito de la misión educativa. Si el docente no se entrena y se prepara para comunicarse con los padres, entonces entrará en juego aquello tan indefinido conocido como «química», es decir, pasará a depender del factor suerte, de si le caen bien o mal los padres.

 

 

 

 

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