Profesores y catedráticos cuestionan el sistema educativo

El pasado sábado, 21 de mayo, se celebró en Valencia el I Congreso de Expertos Docentes para un Análisis Crítico de la Educación (CEDACE), organizado por la Asociación OCRE (Observatorio Crítico de la Realidad Educativa), con la colaboración de la Fundación Episteme. Diecisiete ponentes expusieron sus estudios sobre la nueva ley educativa (LOMLOE), y acudieron más de cien profesores de varias provincias españolas.

La idea es empoderar a los alumnos con un conocimiento realista que les permita avanzar

El objetivo del primer CEDADE es recuperar el conocimiento del sociólogo Michael Young, innovador social, político y creador de la primera universidad abierta y de otras sesenta organizaciones más dentro del activismo social, como la Fundación del consumidor en Reino Unido. La idea es empoderar a los alumnos con un conocimiento realista que les permita avanzar y progresar socialmente, algo que las nuevas metodologías no han conseguido.

Andreu Navarra, profesor de Historia en la UOC, afirma que el diagnóstico del fracaso del modelo actual del sistema educativo, basado en didácticas nacidas en una sociedad neoliberal de hace más de ciento cincuenta años, está respaldado por estadísticas y por numerosas investigaciones, pero no se toman decisiones de acción real.

El sistema educativo no tiene que seguir las necesidades del mercado, porque la profesión no hace al ciudadano

La reducción de los contenidos curriculares está dificultando la transmisión de conocimiento real por un concepto de «aprobado general» que reduce el pensamiento crítico y el valor de la formación. Pascual Gil, profesor de Historia, afirma que la administración educativa está imponiendo de forma unilateral modelos educativos basados en la enseñanza por ámbitos en la etapa de la ESO, sin ninguna base científica. Según Gil, el sistema educativo no tiene que seguir las necesidades del mercado, porque la profesión no hace al ciudadano.

En el Congreso se validaron ideas como que el sistema educativo cumple su función hacia las clases más desfavorecidas para que no puedan avanzar académicamente, y los datos de precariedad laboral, paro endémico y abandono escolar avalan esta mirada crítica. Beatriz Rabasa Sanchís, abogada, catedrática en Matemáticas y autora del libro Esta educación es una ruina, en su ponencia indicó que el sistema educativo innovador que defiende la administración responde a intereses mercantiles y no educativos, así mismo añadió que el concepto de «innovación» es un término empresarial, aceptado e incorporado en la educación, pero el objetivo no es innovar la educación, sino intentar mejorarla.

La visión de la enseñanza, exageradamente lúdica, sin valoración del esfuerzo, está ocasionando un empobrecimiento real en conocimientos prácticos

Una de las conclusiones del primer CEDADE es que la solución no es cuestión de ideología política, porque todas las reformas de las políticas educativas, hasta la fecha, se han producido de espaldas a la comunidad educativa, sin consultar al profesorado, y sin el consenso entre los partidos políticos. Una nueva visión de la enseñanza, exageradamente lúdica, sin valoración del esfuerzo del estudiante, está ocasionando un empobrecimiento real en conocimientos prácticos como las tablas de multiplicar, las normas ortográficas y, por supuesto, la disminución de la capacidad lectora de los alumnos.

Organizaciones como la Asociación OCRE o la Fundación Episteme han nacido después de la pandemia sanitaria global, cuando los Estados aplicaron directrices pedagógicas en los sistemas de enseñanza en un momento totalmente disruptivo, sin realizar  ninguna investigación científica que las avale, y esas medidas se han integrado en las prácticas docentes y en el día a día de las aulas. Como sociedad tenemos que cuestionarnos por qué los docentes se vuelven antisistema y se muestran críticos ante la administración educativa de la que forman parte.